top of page

¿ES MÁS, O MENOS CUCARACHA?

Por Abel Abril 


Hace diez meses obtuve mí cámara fotográfica. El primer hijo que deseamos llevar a todo lado, cargarlo, mostrarlo al mundo, engreírlo y no dejar de mirarlo – en este caso limpiarlo- sin embargo, esos comportamientos fueron temporales producto de las actitudes que se adquiere cuando se compra alguno nuevo. Fue en Abril, un mes largo, sin mal tiempo. Tiempo donde las alarmas consecutivas que me arrojan de la cama en un horario promedio de cinco de la mañana, se volvieron un factor dominante para coger al hijo adquirido, llevarlo en mi mochila y como diría de forma ordinaria “tomar lo que venga”.

 

Me ubicaba en el Jr. Ancash de nuestra metrópoli, el frío mañanero y las rejas de la iglesia San Francisco aún cerradas a la espera de turistas que puedan pagar y recorrer sus socavones. Yo por impulso inconsciente alguno, llego de tal forma que siento una atracción profunda por el silencio que me aborda en estos horarios entre siete y ocho del comienzo del día. De pronto un tropezón, unos pasadores desatados, un cuerpo que se inclina; mis manos solucionando el momento y mis ojos enfocando el insecto que trae terror y asco a mis veranos, aquel único ser viviente capaz de extinguir mis apetitos: una cucaracha.

 

Debo admitir que este año perdí los escrúpulos, la ausencia del mismo hizo que mi intención por tomar una foto al cuerpo del insecto echado prosperaran. La imagen genera asco, pero pude saciar mis intenciones por profundizar la visión del insecto por el cual manifiesto mi rechazo.Observo este retrato de su biotipo marrón con antenas – ahora desde una computadora – y mi cerebro comienza a etiquetar las cucarachas que vemos o leemos todos los días. La canción donde la cucaracha no puede caminar porque le falta una “pata” para seguir.  Pienso que en Perú las cucarachas cumplen el rol de cortar las “patas” a una nación.

 

****

 

Son los animales escurridizos y de cuerpo aplanado. Estás características les permite escapar rápido ante cualquier incertidumbre, escurrirse y escalar techos. Viven en el exterior la mayor parte de su vida, pero regresan al ambiente de siempre cuando este presenta condiciones favorables para sí mismos, como también, su clan de siempre. ¿Qué oportunistas son las cucarachas? ¿Qué similitud con los personajes políticos de siempre?

 

Estos blatáridos considerados como los posibles sobrevivientes a cualquier contienda mundial que amenace la raza humana, no son indestructibles, pero sus constantes idas y venidas dan un declive en la esperanza del continuo plan de su exterminio.

 

****

 

Nuestro panorama electoral suele estar lleno de cucarachas.

 

Ha pasado casi seis meses y aún conservo la fotografía tomada en los patios de San Francisco. Octubre se despidió con un Cristo Moreno que recorre Lima por última vez. Este mes nos dijo adiós con la bomba de la SBS donde las pensiones podrían disminuir debido al aumento de esperanza de vida según la nueva tasa de mortalidad.

 

El mes morado nos dijo adiós, con un Alan García que oficializa su candidatura y ofrece la reducción de la pobreza al 10%. García, ya no tiene ningún rasgo del joven representante aprista y desafiante del imperialismo (como decía enérgico en su primera disertación en la ONU).

 

No es el joven alto y de casi metro noventa que estatizó la banca. Se fue a Francia después de una desastrosa gestión presidencial (su especie mayormente vive en el exterior y regresa cuando la coyuntura está a su favor) y su intento por ser un mezcla vulgar entre Nicolás Maduro y Correa, la peor borrachera del Kichnerismo de hoy. Fracasó y fue absorbido por la economía. Pero especies como García. Son escurridizas. Soy de los que piensa que si existe un político cucaracha, pero de pensamiento camaleón, es Alan García.

 

A partir de la hipócrita rebeldía ante el dominio global norteamericano, y desde que su segundo gobierno cambió el rostro de su moneda moral para llamar “excelencia” a Bush y sonreír desde otro bando lo que en su primer mandato criticó.

 

Solo un señor acusado de narcoindultos y relacionado al narcotráfico podría tener alguna similitud con el insecto mencionado. Pues aunque exista en teoría alguna intención por pactar con las comunidades indígenas y campesinas como nunca lo hizo en Bagua.  Es inaudito dar una tercera oportunidad a Alan García, que aún conserva la sonrisa por el crecimiento del 7.9% obtenido en su periodo– donde la riqueza no fue bien distribuida y ni que decir de la educación – ahora apunta al 10%.

 

Él es miembro omnívoro nunca se extingue, es más, cuando se busca eliminarlos o aplicar un insecticida axiológico; sale a flote sus mejores estrategias de evasión.

 

****

 

Admití mi prematura carencia de escrúpulos, la pérdida del asco. Pero optó conservar aún, mis escrúpulos electorales y deslindar completamente por alguna opción que sea similar a las cucarachas que aún rondan Lima, y que por cuestiones de campaña estoy seguro que volverán a tocar sus puertas, nuestro humilde y aún tercermundista pórtico democrático.

 

 

bottom of page