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NI ORIENTE NI OCCIDENTE, NI RABIA NI ORGULLO

Por Abel Abril 

Siempre he sentido antipatía hacia los hechos que burlan y atentan los derechos humanos, desde el genocidio, el terrorismo y como también, los fanatismos subversivos que malinterpretan ideologías. Me causa asco estar en un mundo cada vez más escondido para quienes deseamos conocer realmente su rostro y un mundo que se muestra descarado para quienes gustan maniobrar la historia a su antojo.

 

Pues bien, este martes me senté a leer en plena madrugada como siempre suelo hacerlo, puesto que el silencio nocturno amplifica nuestra concentración en la conglomerada ciudad limeña llena de ruidos y contaminación.

 

He conocido personas que guardan una cierta nostalgia por su patria antigua, somos presos de los recuerdos que en su momento fueron causa de orgullo para nuestros ancestros. Pues bien, así comencé a leer “La Rabia y el Orgullo”, y la verdad no me causó ningún sentimiento rabioso y mucho menos algún sentimiento orgulloso disfrazado de despotismo o soberbia, sin embargo, lo que apareció aquella madrugada fue mi indignación.

 

Indignación por quienes realmente efectuaron el atentado del 11 de Setiembre – donde murieron varias personas entre bomberos y ciudadanos, niños y niñas, norteamericanos y extranjeros, cristianos y musulmanes – un hecho lamentable y triste. Oreana Fallaci autora de este relato periodístico pone mucho énfasis en culpar a Al Qaeda y en mostrar líneas muy déspotas hacia la religión musulmana.

 

Sin embargo, yo le preguntaría a la periodista italiana ¿Cómo explicaría usted que un edificio del pentágono se desplome 20 minutos después del ataque de un Jet 757 y solo quede un agujero de cinco metros, cuando este tipo de aviones mide mucho más? ¿Alguien habló sobre los restos del avión? ¿A caso alguien dio a conocer que  las Torres Gemelas, edificios construidos a base de asbesto ya estaban certificados para remodelar su estructura debido a su material precario? ¿Qué diría al respecto?

 

Yo le volvería a preguntar ¿Por qué cree usted que los Estados Unidos deberían ser un ejemplo para el mundo? Porque mientras ellos organizaban matanzas de indios y asesinatos en Texas, aquí en Perú producíamos a Ricardo Palma y mucho más cultura. Porque después de este atentado y observar las lágrimas de Hilary Clinton usted no explica el por qué la invasión de dos países árabes por los norteamericanos.

 

Más de  137.000 civiles muertos violentamente en Afganistán e Irak en los últimos diez años, ataques realizados para capturar a Al Qaeda, agrupación creada por los yanquis para la expulsión de los soviéticos de tierras árabes. (Hilary Clinton lo admitió en FOX NEWS).

 

Al parecer usted sufre un síndrome xenofóbico intenso hacia los fieles de Mahoma, deja mucha evidencia que por sus venas corre más sangre de Washington que la de Dante Aligheri o sus ancestros de Florencia. Así mismo, el texto repite los mismos insultos que emitieron los conductores de la cadena Fox hacia los profesores de la Universidad de Wisconsin y Minnesota  – kevin Barret y James H. Fetzer  –  (Becarios para denunciar la verdad) que pusieron en tela de juicio la versión del gobierno norteamericano y fueron tildados de locos conspiradores.

 

Más allá de lo interesante que fue leerla, de lo apasionada que es cada letra que escribe y de mi total simpatía a su posición de condenar hechos macabros como derribar esas dos torres inmensas con más de 50 mil colaboradores dentro, sí ¡esas torres! pertenecientes a la Word Trade Cente edificio de  Larry Silverstein. Utilizaré la famosa frase de Voltaire, un miembro de La Ilustración, corriente a la cual tilda de sangrienta y negra: “No comparto lo que dices, pero defenderé a muerte tu derecho a decirlo”.

 

 

Defiendo lo que dice y escribe porque es libertad de expresión, no obstante, evitaré solicitar lo mismo que Oriana, no pediré la prohibición de estudiar en una universidad de USA a ciudadanos árabes que no tienen nada que ver con grupos extremistas, pero a pesar de ello la periodista pide su expulsión total de occidente porque las considera una plaga religiosa y ortodoxa. Defenderé lo que escribe porque considero a Italia un país hermoso como cuna de la humanidad, pero no compartiré su opinión porque considero que tergiversa la historia para favorecer el ego de su relato.

 

Relato que menosprecia la Revolución Francesa, se olvida que gracias a este suceso hoy existe republicas constituidas, producto de estas ideas USA tiene una constitución; a Rosseau y el “Contrato Social”, tienen independencia debido a las ideas que heredaron Franklin, Jeffersson y Washington de Monstequiau y Diderot. Es decir, su rabia y su orgullo taparon muchos aspectos que son importantes para juzgar el transcurrir de la humanidad.

 

Otra interrogante, ¿Qué si no fuera por los norteamericanos hoy estarías hablando en Italia el idioma de Hitler? ¿O ya se le olvido que fueron los rusos los primeros en derrotar a los nazis? No dudo de la unión que debió tener el pueblo norteamericano ante el 11 de Setiembre, pero es momento que se aprenda a respetar culturas diferentes a las occidentales, porque si tocamos temas de respetar religiones y formas de vida, créame que ni Oriente ni Occidente estarían salvo de errores.

 

No estarían a salvo ni católicos, ni musulmanes, ni ateos, ni protestantes, ni budistas, ni hinduitas. Al fin y al cabo, el petróleo mueve y sigue moviendo el mundo, y mientras la disputa por este recurso que mueve industrias siga latente, nunca habrá paz ni desde América hasta la Franja de Gaza, ni desde Siria hasta la sede de la ONU en Washington.

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